viernes, 3 de junio de 2011

Tigranes II el Grande

Tigranes II el Grande fue un emperador de Armenia entre 95 y 55 a. C. que llevó a Armenia a la cúspide de su poder convirtiéndola en la mayor potencia en el Este romano. Tigranes nació sobre 140 a. C. y era hijo o sobrino de Artavasdes I o de Tigranes I. Era miembro pues de la Dinastía Artáxida. Se casó con Cleopatra, hija de Mitrídates VI del Ponto.
Su reinado se vio inmerso en numerosos conflictos contra los imperios parto, seléucida y contra la República romana.
Tigranes había sido criado como rehén hasta cumplir los 40 años en la corte del rey Mitrídates II de Partia, que había derrotado a los armenios en 105 a. C. Tras la muerte del rey Tigranes I en 95 a. C., Tigranes logró su libertad a cambio de "setenta valles en Media Atropatene" (actualmente en el Azerbaiyán iraní) según registra el historiador romano Estrabón:
La fortuna experimentada por Tigranes fue variada, en un principio fue huésped de los partos y, aunque luego obtuvo el priviliegio de volver a casa, ellos recibieron como recompensa setenta valles en Armenia que conquistaba su abuelo Artaxias
Estrabón 11.14.15
Cuando subió al poder, la base de poder real se encontraba ya preparada gracias al fundador de la Dinastía Artáxida, Artaxias I de Armenia, y sus sucesores. Sin embargo, las montañas de Armenia formaban fronteras naturales entre las diferentes regiones favoreciendo el feudalismo y la creación de estados nobiliarios cuasiindependientes llamados nakharar. Esto no detuvo a Tigranes, que quería crear un estado unificado, por lo que comenzó su gobierno consolidando el poder real.
También depuso a Artanes el último rey de Sofene, de la dinastía armenia rival descendiente de Zariadres.
Rápidamente reforzó su posición en la región y consolidó su alianza con Mitrídates casándose con su hija Cleopatra. Tigranes acordó con él un reparto de sus influencias en la región: mientras se reservaba Oriente Medio, dejaba a Mitrídates Anatolia y las posesiones romanas en Grecia y los Balcanes, creando así Mitrídates un estado heleno fuerte como contención de Roma.
Durante la Primera Guerra Mitridática (90 a 85 a. C.), Tigranes apoyó a Mitrídates VI del Ponto frente a su rival Nicomedes IV de Bitinia, pero evitó cautelosamente el involucrarse directamente en la guerra.
Por esa época, en el 88 a. C., los romanos acusaron a Mitrídates de la masacre de cerca de 80.000 ciudadanos romanos en la Provincia de Asia. Finalmente, los intentos de los dos reyes de controlar Capadocia, así como las acusaciones de relación con la matanza decidieron al Senado romano a intervenir, nombrándose al cónsul Lucio Cornelio Sila comandante del ejército destinado contra Mitrídates.
Tras la muerte de Mitrídates II de Partia en el 88 a. C., Tigranes aprovechó la inestabilidades que sufría el Imperio Parto derivadas de la luchas sucesorias y de la invasión escita para recuperar los territorios perdidos e incluso ampliarlos:
Estrabón lo narra así:
"Cuando tuvo el poder, recuperó esos setenta valles y devastó el país de los partos, el territorio alrededor de Nínive y Arbela. Sujetó a su autoridad Media Atropatene (en Azerbaiyán), [...] y por la fuerza de las armas obtuvo posesión del resto de Mesopotamia y, tras cruzar el Éufrates, de Siria y Fenicia.
En el 88 a. C., tras una sangrienta disputa por el trono de Siria, en manos de los seléucidas, los sirios escogieron a Tigranes como protector de su reino y le ofrecieron la corona del Reino de Siria. Posteriormente conquistó Fenicia y Cilicia, poniendo fin al Imperio seléucida, aunque algunas ciudades parecen haber reconocido al niño Seleuco VII. Muchos de los habitantes de esta nueva provincia de Armenia fueron enviados a la nueva capital, Tigranocerta.
Con esto, su imperio se extendía desde el Cáucaso cercano al mar Negro en el este a Mesopotamia en el Oeste, y desde el mar Caspio al Mediterráneo. Su frontera sur llegó con esta expansión hasta Acre. Tigranes parece haber llegado hasta Ecbatana y reivindicado el título de rey de reyes, que según la numismática, parece no haber sido usado por los reyes partos.
Tras su derrota contra los romanos, Mitrídates encontró refugio en la Armenia de su yerno y aliado Tigranes. El general romano Lucio Licinio Luculo exigió entonces su expulsión. La negativa de Tigranes supuso la guerra.
El 6 de octubre del 69 a. C., Tigranes fue vencido en la batalla de Tigranocerta. Los guardias no armenios de la ciudad le traicionaron y abrieron las puertas de la capital a los romanos, teniendo Tigranes entonces que enviar a 6.000 jinetes para rescatar sus mujeres y tesoros.Al año siguiente, el 6 de octubre de 68 a. C., las fuerzas combinadas del Ponto y Armenia se volvieron a enfrentar a Luculo en la antigua capital de Artaxata. Dadas las severas bajas que sufrieron los romanos, Luculo tuvo que enfrentarse al descontento de sus tropas y a tres motines en el 68 y el 67 a. C. Frustrado por la indisciplina de sus tropas y la dificultad del terreno del norte de Armenia, se retiró al sur y saqueó Nísibis, defendida por el hermano de Tigranes. Sin embargo, dada su falta de una victoria decisiva o de la captura de alguno de los dos reyes, Luculo fue destituido y reemplazado por Pompeyo.
Tras vencer a uno de sus hijos menores (también llamado Tigranes), que había sido armado por los partos de Fraates III y que tuvo que huir a buscar protección romana, Tigranes recuperó la mayor parte de su territorio. Mitrídates, mientras, volvió al Ponto con 8.000 hombres.
En el 66 a. C. Pompeyo avanzó hacia Armenia, con el joven hijo del rey. Tigranes, de 75 años ya, se rindió. Pompeyo fue generoso, y le devolvió parte de su antiguo imperio a cambio de 6.000 talentos de plata. Su hijo rebelde fue enviado entonces a Roma como rehén.
Tigranes continuó su reinado en Armenia como amigo y aliado del pueblo romano hasta su muerte en el 55 a. C.

Ara Malikian y el arte desde el violin...


"Le debo todo lo que tengo, mi felicidad. Ahora agradezco a mi padre que me forzara a ser músico y me obligara a tocar el violín cuando no me apetecía, con lágrimas en los ojos", ha recordado Malikian, de 43 años, en una entrevista con la Agencia Efe antes de presentar en Valladolid su nuevo disco, "Con los ojos cerrados".
De pasaporte libanés, aunque de origen armenio, no olvida las largas estancias que durante niño acumuló en el garaje de su casa durante los habituales bombardeos en la contienda fratricida, de origen religioso, que asoló a su país natal, del que finalmente emigró cuando despuntó para encauzar en Europa su formación musical.
"Dentro de la tragedia de la guerra teníamos que pasar el tiempo.
Unos tocábamos, otros bailaban, cantaban o recitaban poesías. La música nos acompaña en cualquier momento de la vida, también en los difíciles donde es como una terapia para olvidar lo mal que se pasa o para intentar arreglar las cosas, aunque sea en el alma", ha reflexionado.
Ara Malikian se expresa en un español casi perfecto fruto de su ya prolongada residencia en Madrid, desde hace doce años, aunque no para de viajar ni de acometer proyectos de cualquier índole, como su protagonismo cinematográfico en el documental "Armenio", que presentó el año pasado en la última Semana de Cine de Valladolid.
El genocidio del pueblo armenio en los primeros años del siglo XX, de donde tuvieron que huir sus abuelos para no morir, subyace en ese filme donde el violinista delata una sensibilidad social en la que también se ha involucrado como músico.
"Siempre es un instrumento para sensibilizara a la gente, provocar a la conciencia, pero al mismo tiempo no debemos olvidar que somos 'entretenedores', que tenemos que llegar a los oyentes, emocionarles, decirles algo", ha precisado.
"Con los ojos cerrados", su último disco desde el ya lejano "Le quatro stagioni" (1995), es una mezcla de tango y jazz con la participación del guitarrista argentino Fernando Goizcue, dentro de una alquimia que a su juicio no es tal porque la música ya viene fundida o fusionada desde su origen.
Cuando se juntan músicos de diversas procedencias "no tienen que plantearse cómo y qué fusionar tal cosa", ya que "es un encuentro entre amigos que se entienden a través de la música", ha precisado.
En su caso también le ha procurado una suerte de aprendizaje a través de los países, culturas y amigos con los que ha contactado en los numerosos viajes que ha realizado y que no le suponen "ningún esfuerzo" porque todo lo hace con vocación e ilusión: "es un placer y deseo que esta inspiración no se vaya nunca, que se quede para siempre, que se convierta en rutina", ha manifestado.
La música clásica, a cuya divulgación ha contribuido tanto Ara Malikian, "no hace falta que sea entendida para poder disfrutar".
"Aunque en los últimos años sí ha podido convertirse en algo reservado para un público cerrado, los jóvenes se dan cuenta de que es algo hermoso que no es necesario analizar, tan sólo dejarse llevar", ha concluido.

Gramsci y el Genocidio Armenio.

Gramsci tenía 25 años cuando escribió su condena del genocidio armenio en el marco de una Europa conmovida por la guerra, pero ignorante de la terrible tragedia que vivían los armenios masacrados sin piedad por los turcos. Quien sería la mentalidad más esclarecida del marxismo occidental, político, pensador, periodista, organizador, demostró con su actitud franca ante el genocidio sus firmes convicciones humanistas.

“Cuando la mayoría callaba, o era indiferente, el joven Gramsci condenó el genocidio y llamó la atención desde una modesta hoja socialista regional, llamando la atención sobre el drama que culminaría con más de un millón y medio de armenios asesinados.

“Pocas voces se habían levantado contra la agresión desde fines del siglo XIX. Los franceses Anatole France y Jean Jaurès habían hecho escuchar sus demandas aisladas. También en el campo socialdemócrata alemán lo hicieron el judeoalemán Eduard Bernstein y la revolucionaria polaca Rosa Luxemburgo. Sin embargo, se trató de testimonios personales, aislados, sin ninguna fuerza como para llegar a la conciencia de los gobiernos y las monarquías europeas. El Papa romano, los líderes religiosos, los príncipes, los gobiernos republicanos, todos callaron.

“Bernstein, en su escrito, denunció que la mano criminal había sido turca pero que había complicidades de grandes potencias, entre ellas, Gran Bretaña. El renacimiento cultural y sociopolítico de los armenios a finales y principios de siglo estaba acompañado por un fuerte contenido nacional y revolucionario. Aseguraba que muchas cancillerías y políticos imperialistas creyeron ver el fantasma de la revolución socialista que venían anunciando los intelectuales y militantes de esa concepción en el centro de Europa y en el Este eslavo, y que la misma se podría producir en Armenia. En 1915 el drama culminó con el genocidio, sobre el cual los armenios reclaman ahora justicia y verdad.

“El 11 de marzo de 1916, en el semanario El Grito del Pueblo, Antonio Gramsci, descendiente de italianos y albaneses, hace un llamamiento a favor de los armenios. Gramsci había nacido el 22 de enero de 1891, en el seno de una humilde familia de Ales, Cagliari, isla de Cerdeña.
“Político, diputado, publicista, permaneció preso en las cárceles de Mussolini desde 1926, cuando fue detenido a pesar de su inmunidad parlamentaria, hasta su muerte, ocurrida el 27 de abril de 1937. El fiscal fascista, en su alegato, había afirmado: ‘Tenemos que impedir durante veinte años que este cerebro funcione’.
“Pero, a pesar de su martirologio, logró trascender su encierro con su firme conciencia de intelectual y político revolucionario. De esa época datan sus Cuadernos de la cárcel, que desglosados en seis volúmenes reúnen sus estudios sobre: El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce, Los intelectuales y la organización de la cultura, El resorgimento, Notas sobre Maquiavelo, la política y el Estado moderno, Literatura y vida nacional y Pasado y presente.

“La importancia de Gramsci en el siglo XXI, para el mundo occidental, cada día se reafirma más.”

Una página inédita

A continuación, en forma íntegra, el artículo juvenil de Gramsci sobre la cuestión armenia, publicado en El Grito del Pueblo, el 11 de marzo de 1916:

“Es siempre la misma historia. Para que un hecho nos interese, nos toque, es necesario que se torne parte de nuestra vida interior, es necesario que no se origine lejos de nosotros, que sea de personas que conocemos, de personas que pertenezcan al círculo de nuestro espacio humano.

“En Padre Goriot, Balzac hace formular a Rastignac la siguiente pregunta: ‘Si cada vez que comiese una naranja, muriera un chino, ¿desistiría usted de comer naranjas?’. Y Rastignac responde más o menos lo siguiente: ‘Las naranjas están cerca de mí, yo las conozco, los chinos están tan distantes que no sé si realmente existen’.

“Tal vez nunca llegaremos a dar la respuesta cínica de Rastignac. Entre tanto, cuando vimos que los turcos masacraban a millones de armenios, ¿sentimos el mismo dolor agudo que experimentamos cuando somos testigos del sufrimiento y la agonía, o cuando los alemanes invadieron Bélgica? Es una gran injusticia no ser reconocido. Eso significa quedar aislado, cerrarse en el propio dolor, sin posibilidad de contar con el apoyo de afuera o de la comparación. Para una nación significa la desintegración lenta, la anulación progresiva de los lazos internacionales. Significa ser abandonado, quedar indefenso frente a los que no tienen razón, pero sí tienen espada y dicen cumplir un deber religioso a través de la destrucción del infiel. Así, en sus momentos más dramáticos, Armenia solamente recibió unas pocas expresiones verbales de conmiseración y de repudio a sus ejecutores. ‘Las masacres armenias’ se tornaron proverbiales, pero fueron apenas palabras que sonaron huecas y fallaron en configurar las imágenes de hombres de carne y hueso. Hubiera sido posible obligar a Turquía –dependiente como era de todas las naciones europeas– a no atormentar a quienes tenían como único deseo ser dejados en paz.

“Nada fue hecho, o por lo menos nada que produjese resultados concretos. Apenas Vico Mantegazzo citó, ocasionalmente, a Armenia, en sus prolijas divulgaciones sobre política oriental. La Primera Guerra Mundial levantó, una vez más, la Cuestión Armenia, más sin mucha convicción. Cuando Erzerum cayó en poder de los rusos la retirada de los turcos de los territorios armenios recibió en nuestra prensa menor espacio que el dedicado al aterrizaje del Zeppelin en Francia.

“Los armenios que están desplegados por Europa debían habernos hablado sobre su país, su historia, su literatura. Lo mismo que aconteció en Persia, ocurrió con Armenia. ¿Quién sabe que los grandes árabes (Avicena, Averroes y otros) son en verdad persas? ¿Quién sabe que casi todas las cosas que pertenecen a la civilización árabe son en realidad persas? O aún más, ¿cuántos de vosotros tenéis conciencia de que todos los esfuerzos recientes para modernizar Turquía se deben a los judíos y a los armenios?

“Los armenios deberían haber hecho conocer Armenia. Deberían haberla traído a la vida y a las mentes de los que la ignoran, que nada saben a su respecto y que por eso no le tienen simpatía.

“Alguna cosa está siendo hecha en Turín. Una revista llamada Armenia está siendo publicada, y a través de diferentes colaboradores se habla sobre el pueblo armenio: quiénes son, qué quieren, en qué se pretenden transformar.

“En ese proyecto, debe ser incluida la publicación de varios libros que introduzcan más persuasivamente y con mayor fuerza a la historia, la cultura, la poesía y la lengua del pueblo armenio.”

Hasta allí Gramsci. Siempre un adelantado. Siempre con los que sufren.Todos debemos luchar para que Turquía reconozca su genocidio en todos sus detalles.

Diplomatico georgiano pide a USA negar Genocidio Armenio.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de  Armenia dijo que el embajador de Georgia en los EE.UU. era "consciente de los procesos que tienen lugar en la región", después de que el enviado dijera  que Armenia había "caído en manos de Rusia" y que el reconocimiento del genocidio no es un factor positivo.

En su intervención en el Instituto de Estudios Políticos Potomac en Washington el mes pasado, el embajador de Georgia en los EE.UU., Temuri Yakobishvili, dijo que "los acontecimientos que tienen lugar en Armenia están directamente vinculados con el conflicto de Nagorno-Karabaj" y que su problemas no resuelto con Azerbaiyán obstaculiza el progreso de Armenia.
También criticó a Armenia por las bases militares de Rusia y dijo que el reconocimiento del genocidio armenio no es un factor positivo, concluyendo que "lo mejor es encontrar una solución al problema de Nagorno-Karabaj".
El Jefe de Departamento del Ministerio de Relaciones Exteriores, Karen Mirzoyan, explicó el martes que "las declaraciones del Embajador son una señal de que no tiene conocimiento de los procesos que tienen lugar en la región. Estas declaraciones del diplomático no se corresponden con el espíritu y el alto nivel de las relaciones entre Armenia y Georgia".
Por su parte, el Embajador de Georgia en Armenia, Tengiz Sarmanashvili, dijo en Ereván el martes que las declaraciones de su colega estaban siendo investigadas por el Ministerio georgiano de Relaciones Exteriores.

Fallecio Jack Kevorkian.




Jack Kevorkian, el patólogo retirado que se hizo famoso por ayudar a decenas de personas enfermas a suicidarse, murió el viernes en un hospital de Detroit a los 83 años.
Por sus prácticas, Kevorkian suscitó un intenso debate y terminó en prisión acusado de homicidio y fue llamado Doctor Muerte
Kevorkian mismo había dicho que asistió a 130 personas a que pusieran fin a sus vidas de 1990 a 1999.
Kevorkian murió a las 2:30 de la mañana en el Hospital William Beaumont, en Michigan, dijo su amigo cercano y abogado prominente Mayer Morganroth.

Kevorkian estaba hospitalizado desde mayo debido a que tenía neumonía y problemas renales, agregó.
No ha sido determinada la causa oficial de la muerte de Kevorkian, aunque esta posiblemente será trombosis pulmonar, apuntó.
"Lo había visto antes y estaba consciente" , dijo Morganroth, quien agregó que ambos conversaron sobre la próxima alta de Kevorkian del hospital y había planes del inicio de una rehabilitación.
Las enfermeras habían puesto música del compositor Johan Sebastian Bach, la favorita de Kevorkian, antes de que éste falleciera, agregó.
Kevorkian fue liberado de una prisión en 2007 después de que cumpliera ocho años de una condena de entre 10 y 25 años acusado de homicidio en segundo grado.
Los abogados de Kevorkian dijeron que éste sufría de hepatitis C, diabetes y otro problemas de salud.
El médico había prometido en declaraciones juradas que si se le dejaba en libertad, no asistiría a persona alguna para que se suicidara.
En 2008, el médico se postuló como candidato independiente al Congreso, captó apenas 2,7% de los votos en el distrito suburbano de Detroit.
Dijo que su experiencia política mostraba que el sistema de partidos era "corrupto" y "precisaba un cambio de arriba abajo" .Su vida fue el tema de la cinta "You Don't Know Jack" que la HBO difundió en 2010.
Por su interpretación de Kevorkian, el actor Al Pacino ganó los premios Emmy y Golden Globe.Pacino rindió tributo a Kevorkian en su discurso cuando recibió el Emmy e hizo un reconocimiento al doctor, quien sonreía sentado entre el público. Kevorkian para entonces ya había adquirido fama mundial.
Kevorkian era conocido como el "Doctor Muerte" debido a su fascinación con ésta.
Kevorkian saltó a la notoriedad en 1990 con su "maquina del suicidio" casera que había montado en una vieja camioneta Volkswagen de su propiedad.
En esa ocasión inyectó drogas letales a un paciente que sufría Alzheimer y que había solicitado que lo ayudara a morir.
Kevorkian eludió durante casi una década las acciones de las autoridades para detenerlo en sus prácticas. De los primeros cuatro juicios en su contra, Kevorkian fue absuelto en tres y el otro proceso fue anulado.